Colón celebró los once títulos con una gran fiesta

Más de 600 comensales celebraron el domingo 21 de noviembre la obtención del 11° título de la categoría Mayores del Fútbol del Club Colón desde que milita en la Liga Santafesina.

La Cena de Campeones, organizada por la Subcomisión de Fútbol y con el apoyo de la Comisión Directiva, se llevó a cabo en el Estadio Félix Colombo y contó el acompañamiento incondicional de la familia colonista, que aplaudió a brazo partido al plantel de primera.

Durante la noche se proyectaron imágenes del campeonato en una pantalla gigante y se homenajeó a los verdaderos protagonistas de haber logrado la onceava estrella para la institución.

Los futbolistas, que se ubicaron en el centro del gimnasio, donde brillaba ostentosa la copa de campeón, recibieron su homenaje de manos de familiares, dirigentes e invitados especiales como las autoridades locales y los representantes de la Liga.

Antes de que comenzara el baile hubo palabras alusivas de parte del presidente del Club, Jorge Corradi, quien agradeció este momento por el que atraviesa el fútbol de Colón y reconoció que no muchos presidentes tienen la posibilidad de salir campeones, dado que es un logro difícil de conseguir, más allá de los esfuerzos.

El presidente de la Subcomisión de Fútbol, José Luis Repetto, destacó la grandeza del plantel, pero por sobre todas las cosas, ensalzó la figura de Miguel Ángel Restelli, que regresó a la institución de la avenida para sacarla de un momento complicado, cuando el equipo de primera estaba tocando fondo en la tabla y peligraba la mantención en la “A”.

A su turno, el entrenador se dirigió a los presentes y con humildad enumeró los por qué de esta suerte de en apenas dos años haber ganado dos campeonatos y obtenido dos subcampeonatos. Su argumento descansa en el equipo de trabajo, por lo que nombró desde el utilero hasta sus más cercanos ayudantes a la hora de tomar decisiones.

Restelli destacó la labor de inferiores y de los buenos resultados obtenidos cada vez que un chico de las canteras le tocó debutar.

Pero por sobre todas las cosas valoró profundamente el esfuerzo de sus jugadores mayores, que cada noche, verano o invierno, se calzaron los botines para ir a entrenar al Mercedes Alesso de Bieler.

Una vez concluidos los honores y agotados los flashes de las cámaras, comenzó la otra fiesta, la de la música, la batucada y los cantos con dedicatoria. Primero fue el turno del grupo Mala Junta, que rompió el hielo para dejar lugar a la Uni-k, el grupo de cumbia liderado por Chespi, que con camisetas rojiblancas agitaron desde el escenario con canciones, pero también con cantos de tribuna.

La jornada se extendió hasta entrada la mañana y con las primeras luces se fueron los últimos invitados, que todavía alegres ganaron la calle para seguir festejando.